viernes, 5 de agosto de 2011

¿Se puede vivir sin Dinero?... Bancos de Tiempo, Trueque, Tiempo...


                                                                ¿Se puede vivir sin dinero?

Bancos de tiempo, trueque, tiempo... Estos conceptos van a ir formando parte de nuestro vocabulario poco a poco. Existen redes de personas en todo el Mundo que intercambian trabajo unos con otros y no utilizan el dinero.

¡Sí es posible vivir sin dinero!

LOS SISTEMAS LETS (Sistemas de Comercio e Intercambio Local)

Los sistemas de comercio e intercambio local, generalmente conocidos como LETS (del inglés “Local Exchange Trading Systems”), fueron creados por Michael Linton en Canadá a principios de los 80. Los sistemas LETS permiten a las organizaciones y la gente de una localidad comerciar entre ellos sin la necesidad de una moneda impresa. Pueden ser clasificados como sistemas de crédito mutuo.


Cada grupo LETS publica periódicamente (generalmente cada mes) una lista de sus miembros, con todos los participantes en el grupo junto con los bienes y servicios que ofrecen. Así, los miembros pueden “ir de compras” dentro de la red, comprando y vendiendo entre ellos.
Ejemplo
Por ejemplo, un miembro puede ganar crédito haciendo un trabajo de jardinería para alguien y gastarlo más tarde en que otra persona cuide de sus hijos, que a su vez se gastara su crédito en un corte de pelo – Todos los servicios son proporcionados dentro de la red de participantes.

El valor de cada transacción es negociado entre el comprador y el vendedor usando una moneda imaginaria. Quizás “unidad de transacción” es un nombre más apropiado ya que no existe dinero en circulación. A menudo, los nombres de las “monedas” tienen un toque local, en Oxford, Inglaterra, donde mucha gente va en bicicleta es denominada Radios, mientras que en Maleny, Queensland, Australia, la “moneda” LETS es llamada bunya, el nombre de un fruto seco local procedente del  pino bunya.

Generalmente se le da a la “moneda” un valor equivalente a la moneda nacional (esto es, un bunya es igual a un dólar australiano) para orientar a los miembros a la hora de ponerle precio a sus bienes y servicios.

Los detalles de las transacciones son registrados de forma centralizada, ahora hay programas de ordenador para ello, baratos y fáciles de usar. Normalmente en el listado mensual se incluyen los detalles de las cuentas de los miembros, cuanto deben o se les debe.

Los grupos LETS suelen animar a todos sus miembros a incluir las transacciones efectuadas con LETS en su declaración de la renta.

Hoy en día existen miles de sistemas LETS en todo el mundo. Se estima que, en ciudades, pueblos y comunidades rurales de Gran Bretaña unas 40.000 personas comercian agrupadas en aproximadamente 450 redes LETS. Los sistemas LETS también son comunes en los Estados Unidos, Japón y America Latina: Solamente en Ecuador existen alrededor de 140 sistemas LETS.


¿ES POSIBLE VIVIR SIN DINERO?

El ejemplo de Heidemarie Schwermer se resume en un gesto: cuando cobró el dinero de los ingresos correspondientes a la publicación de su libro ‘ Mi vida sin dinero’ lo repartió entre mujeres maltratadas, asistentes sociales y diversos colectivos de ayuda. Y es que ella no lo necesitaba.

Su historia comienza cuando en 1994 crea una sociedad de trueque en Dormund, uno de los primeros de Europa. En él se intercambian tareas, no dinero: si tú sabes cocinar y me haces la comida, yo te arreglo el coche… Éste tipo de transacciones suponen un cambio radical en el sistema de concebir la economía…

Para empezar, tiene un efecto de refuerzo de la personalidad y de la confianza en uno mismo: ofreces lo que sabes hacer, con lo que la alienación que produce el formar parte de un trabajo que no te motiva y que no tiene nada que ver contigo desaparece.

Al mismo tiempo tiene un efecto absolutamente corrosivo hacia la estructura basada en el poder del dinero-deuda: como es una práctica basada en la confianza mutua y la solidaridad, destroza los convencionalismos bancarios basados en el ‘tanto tienes, tanto vales’ .

Aquí ésta frase no tendría significado pues como todos sabemos hacer algo, todos somos igual de importantes. De hecho Heidemarie remarca la importancia de la igualdad en los intercambios.

En 1996 dio un paso más en su compromiso y decidió llevar a cabo su idea de vivir sin dinero. Regaló sus muebles, sus libros, dejó su casa de alquiler: el dinero lo recibieron sus hijos. Y empezó a vivir de acuerdo a los principios de intercambio de tareas: a cambio de cocinar para cinco personas tiene techo, o a cambio de terapias tiene internet o teléfono móvil. Y se considera tremendamente feliz.

Su postura no es fruto del momento: es la consecuencia de un análisis frío y racional del mundo donde vivimos. Por cierto: para el 2010 se anuncia un documental con su experiencia…


Entrevista a Heidemarie Schwermer

- ¿Cuánto dinero lleva usted encima?

Nada de nada.

- ¿Ni un solo euro?

¡Mis dedos no han tocado todavía un euro! Vivo sin dinero desde hace ya seis años.

- ¡Seis años! ¿Y de dónde saca la comida?

Me la dan en un restaurante biológico. A cambio, yo les cocino, les limpio…

- ¿Y la ropa?

Sé de personas con las que puedo intercambiarla.

- Lleva al cuello un collarcito…

Un regalo. Yo también regalo cosas.

- ¿Cómo qué?

Mi tiempo, mi ayuda, mi conversación, mis habilidades… O las intercambio por un bono de autobús. El otro día ayudé a unos padres a resolver un conflicto con sus hijos y me regalaron sus pases para la ópera.


- ¿Entiende usted de niños?

Fui profesora de niños, y lo dejé. Luego fui psicoterapeuta, y lo dejé también.

- ¿Por qué?

Yo me hice profesora porque quería mejorar el mundo. Pero no avanzaba: el sistema educativo está concebido para alimentar el intelecto de los niños, pero no el corazón.

- ¿No exagera?

A los niños se les orienta para ser competitivos en algo, y así conseguir un trabajo y que ganen dinero y más dinero. ¿Eso es todo, señores? ¿Y qué pasa con sus vidas? ¿Lo ve? ¡Todo está enfocado a tener y no a ser!

- Y cambió la pedagogía por la psicología.

Sí. Me especialicé en terapia gestáltica y ganaba mucho dinero en mi consulta. Tuve 15 coches sucesivos, una casa llena de cosas… Y tampoco me pareció que así el mundo mejorase mucho…

Y dejó también la psicología.

Lo dejé todo. Fui regalando a vecinos y amigos mis libros, el coche, mis muebles, mis pertenencias… Cuando el salón de casa quedó vacío… ¡me puse a bailar, a bailar..! Me sentí tan ligera, tan libre, tan feliz…

- ¿Y sus cuentas corrientes?

Mi madre siempre decía: ‘ ¡Cómo me gustaría que me tocase la lotería para regalaros dinero!’ Eso hice yo con mi dinero: lo repartí entre mis hijos y luego cancelé las cuentas.

- ¿No le han dicho que está loca?

Sí, muchas veces. Pero que conste una cosa: yo no incito a nadie a que haga como yo.

- ¿Y por qué hace esto?

Empecé a plantearme si realmente necesitamos tantas cosas, y comprar y comprar. Y me convencí de que no, de que son posibles formas de vida que no pasen por el dinero.

- El dinero, como símbolo del coste de las cosas, es un invento práctico, comodísimo.

Fue un gran avance, es verdad, muy útil para el intercambio… hasta que se convirtió en un valor en sí mismo, y acumularlo es la meta, y su posesión mide el valor de la gente: ‘ tanto tienes, tanto vales’ . ¡Estoy en contra!

- Cuando su casa quedó vacía, ¿qué hizo?

Abandonarla. Unos amigos iban de viaje y me dejaron la suya a cambio de arreglarles el jardín. Ahora duermo en la buhardilla de la oficina de unos amigos. Yo les limpio y me ceden también el uso de un ordenador.

- ¿No es una vida muy dura?

Al principio lo pasé mal. No quise pedir ayuda a nadie. La soledad… Fue duro. Pero, poco a poco, haciendo trabajos a cambio de cosas, creando una red de trueque…

- ¿Cómo es eso?

Fundé con otras personas, en Dortmund, un centro de intercambio de ‘ dar y tomar’ : cada uno da lo que tiene y toma lo que necesita. Clases de cocina por clases de idiomas, un par de horas de canguro por un corte de pelo, pintar un piso por arreglar un jardín…

- No me imagino viviendo sin un duro…

Pues yo, ahora, ¡soy más rica que nunca! Tengo de todo. Y hago lo que me apetece…

- Yo tengo que pagar el cole de los niños.

¡No le pido que haga usted como yo! Pero le sugiero pensar esto: ¿puede prescindir de algunas cosas por las que hoy se afana tanto?

- Seguramente sí. Parece usted Jesús diciendo: ‘ Si tienes dos túnicas, regala una’ .

Ja, ja. O lo de ‘ las flores del campo no necesitan vestidos, ni los pájaros casa’ , ¿eh? Sí… ¡yo hasta abandoné la seguridad social!

- Imagínese que se pone muy enferma.

¡No imagino eso! Si imaginas algo, induces que suceda… Y si quieres algo, lo logras. Entre mis amigos hay médicos que me cuidarían, y yo les compensaría luego.

- No pagará usted impuestos, claro.

No. Como no tengo domicilio fijo, no tengo ni derecho a voto. Soy una ‘ sin techo’ .

- Alguien podría decirle: ‘ Es usted una mujer antisocial y una insolidaria’ .

Y me lo han dicho. Que soy una vaga, una aprovechada… ¡Es muy injusto! Mi idea es que pueden hacerse cosas, cooperar y trabajar mucho sin que medie el dinero. Y lo hago. Verme hacerlo da rabia a cierta gente.

- Descríbame cómo sería su mundo ideal.

Un mundo de individuos responsables: cada uno toma lo que necesita y da luego lo que puede: ¡todo el mundo tiene algo que ofrecer! Por ejemplo, en esta cafetería yo me tomaría un café y me iría… Se entiende que luego, en otro sitio, yo daría algo, un servicio, un trabajo, una ayuda a otro. ¡Serían menos horas encerrados trabajando en fábricas y habría más relaciones interpersonales! Y se acabarían los abismos entre ricos y pobres.

- Primero deberíamos ser todos santos.

Todos debemos mejorarnos a nosotros mismos: esto es muy importante y es viable.

- ¿Y qué hace con lo que gana con su libro?

Lo he repartido. Y ahora pido que me remuneren lo que escribo con servicios.

- ¿Aguantará usted así… hasta el final?

Sí, ¡me gusta mi vida! Escribo, hago cada día lo que me apetece: vivo. ¡Soy muy rica!
La Contra de la Vanguardia el 9-4-2002.

Direcciones de interés

Red de bancos de Tiempo:

Este concepto de banco es diferente al que estamos acostumbrados.
Un ejemplo, ¿Sabes de informática y necesitas un fontanero? Pues tu puedes dar 1 hora de clases de informática a alguien, y otra persona (no tiene que ser la misma a la que des las clases) que sabe de fontanería te ayuda durante 1 hora. Curioso, ¿verdad? Es una especie de "Cadena de Favores", como la película.

El banco de tiempo es un sistema de intercambio de servicios por tiempo. En él la unidad de intercambio no es el dinero sino una medida de tiempo, por ejemplo una hora. Es un sistema de intercambio de servicios por servicios o favores por favores. Tiene la ventaja de fomentar las relaciones sociales y la igualdad entre distintos estratos económicos.

A mi me parece una idea curiosa que funciona por todo el mundo. Existen oficinas en muchas ciudades españolas. He indicado en Madrid, una de ellas aunque hay varias.
La página web te explica de mejor forma en que consiste, te da ideas de cómo crear una oficina...:http://www.red-bdt.org/
- Web recomendada si estás pensando en cambiar de vida e irte al campo:
http://www.proyectovivirenelcampo.es
- Web de Banco de Tiempo en Guadarrama (Madrid):
http://www.fmujeresprogresistas.org/tiempoespacio3.htm
- Interesantísimo libro de Fukuoka:
Descarga gratis “La revolución de una brizna de paja”, de Fukuoka
Fuente: http://www.narom.org/Vivir%20sin%20dinero.html

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